El arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, dedicó la tradicional misa dominical a la conmemoración del bautismo de Jesucristo, con lo cual, señaló, terminan las fiestas de la Navidad.
Desde la Catedral Metropolitana de Puebla, Sánchez Espinosa, luego de lecturas de pasajes bíblicos relacionados, destacó el significado del Bautismo del Señor, como un acto que no solo marcó el inicio de la vida pública de Jesucristo, sino que también “es un recordatorio para los cristianos de su propio bautismo y de su compromiso con la fe”.
Recordó que, en los Evangelios, el bautismo enfatiza la identidad divina de Jesús y su misión en la Tierra y de todos los cristianos.
“El bautismo es una puerta que se nos abre para vivir la vida de la Iglesia y de los sacramentos, nos da la entrada a la vida de la gracia, la santidad y los sacramentos”.
Por ello, reiteró que “es una oportunidad para que los fieles renueven su compromiso con la fe y reflexionen sobre el significado de su propio bautismo y a renovar sus promesas bautismales, y a recordar que, a través del bautismo, se convierten en miembros de la comunidad cristiana y son llamados a vivir según los valores del Evangelio”.
Con la celebración del Bautismo del Señor, se concluyen oficialmente las festividades navideñas. Sin embargo, la Iglesia Católica deja una fecha relacionada para el 2 de febrero, día en que se celebra la Presentación de Jesús en el Templo, también conocida como la Candelaria, la cual también es una oportunidad para que los fieles celebren y reflexionen sobre la vida de Jesús, su misión y su propia fe.
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