A pesar de que tenía la voz notablemente resentida, por el reciente malestar que le llevó a la reprogramación de cinco conciertos, Luis Miguel Gallego Basteri se prodigó en el escenario ante los poblanos y poblanas que colmaron el campo del estadio de béisbol Hermanos Serdán, la noche del sábado 2 de noviembre.
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Con sus éxitos clásicos y nuevas versiones de sus canciones más rítmicas, “El Sol” se esforzó durante casi dos horas, aunque por momentos la voz se le apagaba, lo que disimuló haciendo contar al público.
Con tres coristas femeninas y la alineación completa de sus músicos, Luis Miguel también alternó con el Mariachi Vargas de Tecalitlán para las canciones más representativas de su repertorio vernáculo.
Aunque físicamente se veía bien y se lució bailando en el escenario, la voz evidentemente no la tenía en su mejor momento.
En tres ocasiones, por varios minutos, detuvo el concierto, aparentemente para realizar ajustes técnicos, pues desde que comenzó con la canción “No culpes a la noche”, pedía con señas a su equipo técnico que subiera el volumen de su micrófono.
“La incondicional”, “Culpable o no”, “Fría como el viento”, “La Bikina” y otras arrancaron la ovación del público.
El final del espectáculo fue de un notable esfuerzo físico del intérprete, quien con bailes y buen ánimo, sacó la casta para salvar el show.
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