Las calles de la Ciudad de Puebla y su Centro Histórico se vieron semivacías durante la ceremonia de transferencia de mando de Andrés Manuel López Obrador a Claudia Sheinbaum Pardo, quien se convirtió en la primera mujer presidenta de la República.
Desde alrededor de las 8:00 horas, las calles de la capital lucieron casi desiertas, tras el decreto del Congreso de la Unión que establece el 1 de octubre de cada seis años como día de asueto para que la ciudadanía pueda seguir las transmisiones del cambio presidencial.
La mayoría de los comercios en Puebla mantuvieron sus cortinas cerradas, salvo algunas fondas, restaurantes, supermercados y tiendas de conveniencia, que abrieron principalmente para ofrecer insumos básicos y alimentos. A medida que avanzaba el día, comenzaron a abrir también tiendas de ropa, zapaterías y locales de regalos, que suelen operar los fines de semana.
Las unidades de transporte público que circulaban por la capital estaban casi vacías, reflejando la escasa afluencia en las calles. El Centro Histórico mostró un panorama similar, con la mayoría de los comercios cerrados y poca actividad en las principales avenidas.
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Para las 9:00 horas, cuando comenzó la sesión en el Congreso de la Unión con las posturas de las diferentes bancadas, el flujo de personas se redujo aún más. En el zócalo, solo unos pocos trabajadores de limpieza y algunas personas, principalmente de la tercera edad y vecinos paseando a sus perros, eran visibles.
Los principales restaurantes como el Mural de los Poblanos, el Royalty y Vittorios tuvieron muy poca clientela, con apenas unas mesas. Muchos de ellos mantuvieron sus pantallas apagadas, a excepción de un establecimiento en el Portal Morelos, donde se proyectaban imágenes de un partido de fútbol americano y otros deportes.
Las cafeterías registraron algunas mesas ocupadas por clientes solitarios disfrutando de su café matutino, mientras que las tradicionales taquerías mostraron una mayor afluencia, con algunas familias desayunando.
A medida que pasaba la mañana y se iniciaba la ceremonia de toma de protesta de Claudia Sheinbaum como presidenta, la afluencia de gente aumentó ligeramente. Un vendedor de zapatos comentó: “Seguramente la gente optó por ver la ceremonia en sus casas”.
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Es importante señalar que la ceremonia fue transmitida en las pantallas de algunas cafeterías y restaurantes vacíos en la zona de Los Portales, cerca de las 11:30 horas. Incluso en establecimientos grandes, cono el Sanborn’s de la 2 Oriente, había muy poca gente.
En el Parían y Barrio del Artista, los locales de artesanías abrieron más tarde, cerca de las 10:00 horas, debido a la escasa afluencia de visitantes. Por su parte, en mercados como El Parral, algunos locales de antojitos sintonizaron la transmisión de la toma de protesta.
La situación fue similar en los establecimientos de la Avenida Juárez.
Editora: Socorro Juárez
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