Tremores. Justo cuando estaba lo más álgido del debate de la Reforma Judicial, antes de la irrupción a la sede del Senado, en la colonia Tabacalera, en la capital del país, el senador Alejandro “Alito” Moreno, además dirigente del Partido Revolucionario Institucional (PRI), era informado que su cargo partidista estaba pendiendo de un hilo. Y es que el Instituto Nacional Electoral amagó con, palabras más, palabras menos, tirarle su reelección. Tras pasar saliva y amargarse la boca, le salió lo valiente. Luego de amenazar que acudiría al Tribunal Electoral federal, el INE se la aplicó y ahora su dirigencia es de chocolate. Pero ¿qué determinó el organismo electoral? Que la reforma a los estatutos se hizo fuera del plazo legal. O sea, se les hizo tarde. ¡Ni eso pueden hacer bien! Quien debe estar un poquito nervioso es el poblano Néstor Camarillo, pues es su compañero de curul. Ni qué decir de Carolina Viggiano. El negocio, perdón, el puesto se les cae a pedazos.
¿O no?
Reaparece Javier Duarte
En algún momento, Veracruz se pudrió, pues con gobernantes como Fidel Herrera, Miguel Ángel Yunes y Javier Duarte, era de esperarse. Con estos dos últimos, el lodazal criminal llegó hasta el Pico de Orizaba. Por eso, tras el escándalo de los Yunes en el Senado, que Duarte de Ochoa reapareciera en la escena era cuestión de tiempo. Desde su cuenta de Equis, le dedicó palabras de amor. Se odian con odio jarocho (diría el Ratón Crispín). Quién no recuerda aquella portada de la revista Proceso, que mostró a un Duarte arrogante, cuando era el todopoderoso de Veracruz. Ahora, desde el bote, con acceso a un teléfono celular y redes sociales (casual), arremete contra su némesis, o como dirían los espirituales: su espejo. Entre mafiosos te veas. Aguas con la cartera.
¿O no?
Cedieron, por fin
La Tremenda Corte se rindió. A partir de que se publique, en el Diario Oficial de la Federación, a manos del Ejecutivo federal, la Reforma Judicial, el paro en todo ese Poder será levantado. Es decir, si se publica el 15 de septiembre, como lo tiene planeado el presidente Andrés Manuel López Obrador, y el 16 es feriado, porque (eso sí) son muuuuuy respetuosos de la Ley Federal del Trabajo, el martes 17 estarían volviendo todos los rijosos trabajadores a sus labores. Sólo un detalle: les esperan miles de expedientes apilados en sus escritorios, por andar haciéndola de jamón. Ni modo, a chambear.
¿O no?
“No hagan caso, son Tremores, son Tremores”
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