Tremores. A ver. Quienes crean que la Reforma Judicial es una tiranía, un abuso de la mayoría de Morena, están viendo hacia otro lado. No. Una parte igualitaria de que tenga el partido oficialista la mayoría es el propio PRIAN. Por lo menos las 4 Presidencias de la República anteriores a la 4T provocaron que, en efecto, llegara Andrés Manuel López Obrador y todo su movimiento al poder. Así se lo dije a un dirigente priista que, gustoso de reenviar mensajitos por WhatsApp que se burlaban de los zapatos del mandatario: “fueron ustedes quienes, con sus gobiernos corruptos, le abrieron la puerta a AMLO, ahora no vengan a molestar con que lo hubieran hecho mejor”. Y sí, fue la guerra contra el narco, las promesas inconclusas, la corrupción, los fallos, las falacias por que llegó la 4T en prácticamente todo el país. Pero también, la falta de propuestas, de acciones concretas, no reacciones purulentas. A pesar de que alguien mece la cuna, con mucho dinero, como es Claudio X. González Guajardo, el PRI y el PAN carecen de un verdadero líder, y de alguien que por lo menos estructure una idea concreta de lo que es la oposición. Sólo reaccionan cuando ven sus intereses peligrar.
¿O no?
Detenta el poder
Lo que hace Norma Lucía Piña Hernández es lo que haría cualquiera con poder, y con muuuuucho poder, pero también que está por perder su chamba: detentarlo. Amparos, amagos, mandar a sus huestes a las calles, acciones de ilegalidad, juego sucio, presión, mucha presión contra quien ose pensar diferente. ¿Se acuerdan lo que dijo la magistrada presidenta del Tribunal Electoral federal, Mónica Soto, en la entrega de la constancia de mayoría a Claudia Sheinbaum? ¿Que recibió presiones para no calificar la elección presidencial? Pues provenían de Piña Hernández. Fue brutal la imagen que compartió el lunes el portal Sinembargo.mx, “El Poder soy yo”, y la foto de la presidenta de la Tremenda Corte. Uf. Pero, tranquilos, son los últimos estertores de un grupúsculo que está por salir de la escena pública. Son los clásicos abajofirmantes de desplegados que desparraman pus.
¿O no?
Ajá… ¿Y luego?
No sabemos con certeza porqué lo hacen, pero hay senadores que están adelantando su voto en contra a la Reforma Judicial de AMLO. Desmarcarse con casi una semana de antemano para ser la construcción de oooooootra narrativa opositora, la enésima. Pero también, pecando de sospechosistas, creemos que sería parte de un mea culpa, o un lavado de manos, o un “quedabien” con quienes son sus verdaderos patrones. Uno de ellos, de una forma lamentable y portando un cartelito rojo PRI, es el poblano Néstor Camarillo ya, de una vez y sin que nadie le preguntara, anunció su voto en contra, con un video en la red social Equis. “¡Estoy listo para defender la República!”, es el texto que acompaña al post de marras. Había que hacerlo, pues tiene de compañeros de escaño a la cúpula tricolor. Ni modo que lo hiciera a favor de la 4T. Y le respondemos con el hashtag: #NoMeRepresentas
¿O no?
Lección juvenil
Lo dijimos aquí, en este Bello, Honesto, Claridoso e Irónico Espacio: La oposición no lee, no quiere leer o, de plano, no sabe leer. Menuda lección les acaba de dar la senadora de Morena por Shihuahua, Andrea Chávez Treviño. Tiene 27 años, pero con una precisión respondió a esa oposición huevona que no ha leído las 44 páginas de la Reforma Judicial. Ya ni la amuelan. Vea el video, es su-bli-me.
¿O no?
“No hagan caso, son Tremores, son Tremores”
Deja un comentario