Los Tremores. Este fin de semana que termina fue de luto para tres familias de conocidos personajes. Los primeros fueron los activistas Omar Jiménez y Julia Salas. Ambos, fundadores del Movimiento Social por el Agua, eran una verdadera piedra en el zapato para la empresa Agua de Puebla para Todos, esa misma que prometió mejorar las redes del líquido, así como sanear las residuales, pero que no ha cumplido. Tanto Omar como Julia, queridos y respetados tanto entre los reporteros como en las organizaciones civiles, venían de Teziutlán por esa cada vez más peligrosa carretera de cuota, privada, por cierto: la Amozoc-Perote. El choque fue brutal, de frente, sin nada que pudieran hacer.
Descansen en paz.
Voz fuerte y acertada
Quien trató a Don César Musalem Jop, a primera instancia, parecía una persona dura, fría, y con esa voz fuerte, grave, muy característica de él, hasta daba cierto miedo. Pero ya en la íntima intimidad, era un tipo letrado, muy propio en su hablar; abogado de profesión (tuvo su oficina muchos años en el viejo Edificio Alles, de la 2 Poniente) y con un humor rebuscado, pero hilarante. Priista de cepa, aunque sumamente crítico de los dirigentes en turno, despareció de los medios donde colaboraba a partir de la pandemia, en 2020. Anduvo un tiempo subiendo videos a su cuenta de X. El fin de semana, nos enteramos de que, lamentablemente, trascendió de este plano.
Descanse en paz.
Vida social
Quien ya comenzó a retomar su vida social es Mario Marín Torres. Luego de las visitas a su residencia en San José Xilotzingo, de proveedores de Internet, telefonía, algunos albañiles y plomeros, ha estado recibiendo a las personas que son leales. Abogados, políticos, financieros han desfilado por su casa, seguramente enterándolo de sus dineros, de la situación del estado y, porqué no, de lo que sucede con sus colegas que estuvieron o están en la cárcel, como Valentín Meneses, Javier N., y hasta Adolfo N. Perdió mucho, desde su legado hasta su Notaría, la que estuvo abandonada mucho tiempo, en la 2 Sur, por el rumbo de Huexotitla. ¿Qué tramará? Sólo sus allegados lo saben.
¿O no?
“No hagan caso, son Tremores, son Tremores”
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