El Gran Premio de Hungría, de la Fórmula 1, dejó polémicas para el análisis, decisiones de escuderías controvertidas y una determinación de la FIA que puede provocar un peligroso antecedente.
En el Hungaroring, el australiano Oscar Piastri, de McLaren, obtuvo un triunfo controvertido, luego que su compañero, Lando Norris, se negaba a regresarle la posición, hasta dos vueltas antes de terminar la carrera.
Esto sucedió luego que McLaren llamó a pits a Norris, provocándole un undercut a Piastri, quien enfureció por la determinación; por ello, el equipo ordenó al británico devolverle la posición, lo que generó momentos de tensión, dentro y fuera de la pista.
Fue hasta que llegó una amenaza velada: “si quieres ser campeón del mundo, necesitas del equipo”, conversación de radio que se oyó en todo el globo.
Hungría da otra controversia
La otra polémica le vivieron dos campeones del mundo de la categoría reina del automovilismo, Max Verstappen y Lewis Hamilton. A falta de unas vueltas, teniendo el DRS para rebasarlo, el neerlandés se metió en el interior del británico en la vuelta 63.
No obstante, llegó muy rápido, se derrapó e impactó con la llanta derecha del Mercedes número 44, lo que provocó que el Red Bull volara por los aires, cayera de forma estrepitosa, perdiendo la oportunidad de llegar al podio, cayendo al lugar quinto, y pudo terminar la carrera.
Es la enésima ocasión que estos pilotos pelean duro en la pista.
Pero esto trascendió más allá de la pista. La Federación Internacional de Automovilismo (FIA) determinó no penalizar a Verstappen, a pesar de ser el completo responsable de la peligrosa maniobra, que generó mucho ruido en las redes sociales.
En tanto, el piloto mexicano, Sergio “Checo” Pérez, que arrancó en el lugar 16 y perdió una posición en la arrancada, terminó en el lugar 7, llevándose buenos puntos y mostrando una mejora en el ritmo de carrera, algo que puede ayudarle en la siguiente carrera, en el mítico circuito de Spa-Francorchamps.
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