La Cámara de Diputados aprobó la eliminación del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), organismo que hasta ahora se encargaba de medir la pobreza y evaluar los programas sociales en México. A partir de esta reforma, dichas funciones serán transferidas al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
La decisión fue justificada por los legisladores con el argumento de simplificar la estructura gubernamental y evitar duplicidades en las tareas de evaluación social. Sin embargo, esta medida ha generado un amplio debate en diversos sectores, especialmente entre académicos y partidos de oposición.
Expertos y críticos advierten que la desaparición del Coneval podría poner en riesgo la transparencia y la autonomía en la gestión y publicación de los datos relacionados con la pobreza y los programas sociales. Señalan que la independencia del Coneval ha sido clave para garantizar evaluaciones objetivas y confiables.
El INEGI, aunque reconocido por su capacidad técnica en la generación de estadísticas, enfrentará ahora el reto de asumir estas responsabilidades adicionales sin comprometer la calidad y la imparcialidad de la información.
Esta reforma representa un cambio significativo en el sistema de evaluación social en México, y será vigilada de cerca por distintos actores que demandan claridad y responsabilidad en el manejo de la información que impacta directamente en las políticas públicas y la lucha contra la pobreza.
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