En una acción política desesperada, Jorge Álvarez Máynez, coordinador nacional de Movimiento Ciudadano, utilizó al militante de mayor simpatía del partido fosfo-fosfo, en Veracruz, para darle potencia a la recta final de las campañas: el senador Luis Donaldo Colosio Riojas. La entidad es considerada zona de influencia del dantismo; sin embargo, con Máynez se corre el riesgo de perder posiciones políticas.
Veracruz se convirtió en el laboratorio para la oposición e incluso para Morena, al ir sin el Partido del Trabajo en alianza. Aunado a la batalla electoral se suma un clima de violencia adverso. En el estado, Movimiento Ciudadano ha documentado 25 casos de personas candidatas que han recibido amenazas o han sido víctimas de actos intimidatorios. Y Máynez no levantó la voz.
En las reuniones semanales de Movimiento Ciudadano se desprendió la versión de que hay nerviosismo por la falta de fuerza de Álvarez Máynez en el territorio veracruzano. No acepta su realidad como dirigente nacional. La campaña presidencial fue organizada por el partido y la estrategia de Dante Delgado. Ahora, la estrategia de Máynez, en los dos estados en disputa, no prende. Esa es la alerta que existe. Por eso la visita de Colosio, el mensaje de seguir en pie de lucha y su crítica a evitar la normalización de la muerte de candidatos despertó interés mediático.
El partido se encuentra en una posición compleja en la entidad. Van 16 candidatos emecistas en tierras jarochas que se bajan de la contienda. Las renuncias de los emecistas fueron en El Higo, Gutiérrez Zamora, Landero y Coss, Las Choapas, Manlio Fabio Altamirano, Minatitlán, Platón Sánchez y Tuxpan; todas esas salidas del partido naranja no solo son por inseguridad, el partido no tiene fuerza y los candidatos se movían sin estructura ni respaldo del coordinador nacional.
Otro síntoma de que el partido se encuentra alejado de la ciudadanía y militancia es que en las pasadas elecciones estatales, su candidato a la gubernatura, Hipólito Deschamps, obtuvo apenas el 6.7 % de la votación. Y en este momento, ya ni siquiera milita en emecé. El partido se enfila a una debacle electoral por la endeble conducción de Máynez.
Y es que las elecciones estatales las sepultó Dante Delgado, la prueba que tiene Álvarez Máynez es compleja. Se enfrenta a la consolidación de Morena en Veracruz y carga el pasado de que el partido está desarraigado de los militantes en los estados en competencia.
En los últimos cinco años, emecé se consolidó como un partido antiPRI. No por su oposición al partido que defenestró a Dante Delgado sino por los espacios que abrió a exmilitantes resentidos del partido tricolor con la dirigencia de Alejandro Moreno.
Incluso, el reciente caso de la detención del alcalde emecista de Teuchitlán, José Ascensión Murguía Santiago, también abonó a que se achicara Álvarez Máynez. El partido naranja se encuentra en una crisis de credibilidad y la desconfianza creció. Con el distanciamiento de Dante Delgado en el territorio y la debilidad del dirigente Máynez de domar a un partido estresado, los comicios en dos estados son un sinodal de peso para su carrera.
Israel Mendoza Pérez
@imendozape
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