Tremores. Lo realizado este jueves por la presidenta Claudia Sheinbaum, seguramente, será un ejemplo mundial. Hasta el momento, es la única mandataria, hombre o mujer, que le ha puesto un “estate quieto” a un impredecible como Donald Trump. Contrario a la humillación que le aplicó al “gobernador” de Canadá, Justin Trudeau –con quien también habló por teléfono–, o a la exhibida global que le hizo a Volodimir Zelensky, podemos decir que la mexicana no sólo salió bien librada de tratar con el magnate naranja, sino que la llenó de elogios… La respeta, pues, algo que no está en la naturaleza del republicano, proclive a ser grosero, déspota y patán. Si en Europa ya veían a la morenista como una muestra de cómo ser contundente sin perder la compostura; dar manotazos en la mesa con elegancia; poner límites, sin caer en estridencias, cómo la van a calificar ahora. Todo en el marco del respeto. Lo sentimos mucho por aquellos opositores a la 4T que creían que Trump iba a humillar a la presidenta. Siéntense, no se vayan a cansar de esperar. Por algo tiene 85 por ciento de aceptación. No duden que su popularidad siga creciendo.
¿O no?
¿Terminará el T-MEC?
Si interpretamos lo que anunció la presidenta Claudia Sheinbaum, tras la llamada que sostuvo con Donald Trump, el T-MEC tendría fecha de caducidad: el 1 de abril. ¿Por qué? Porque la mandataria dio una fecha: 2 de abril, cuando el magnate aplique aranceles a todo el mundo (así lo afirmó en la “Mañanera”). No dijo que era un aplazamiento como el anterior, puede ser algo más. Terminar todos sus tratados es posible, porque Estados Unidos hizo un “round de sombra” para ver la reacción de mercados, cotización del dólar, de la sociedad en cuanto a poner aranceles a todo producto que ingrese a ese país. Esta vez es general, a todos. Si se confirma nuestra teoría, el proteccionismo gringo empezará en esa fecha. Ahí sí, agárrense de donde puedan, porque viene un tsunami naranja. Por lo pronto, hay tiempo, unos 26 días, para que México termine el tratado con la Unión Europea, se acerque a Medio Oriente (como nuestros amigos de la EMAC, que llevaron fruta yucateca a esa zona del mundo) a China, Rusia, pero sobre todo a Sudamérica. Serán semanas de harto trabajo diplomático.
¿O no?
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