Tremores. No cabe duda que cuando se carece de dignidad, vergüenza o tantita jefa, pasan cosas como la que vimos este miércoles. El expresidente Carlos Salinas de Gortari hizo circular un video en el que reclama a la presidenta Claudia Sheinbaum que es un “desempleado”. No mouse, Mickey. ¿Por qué el conspicuo dice esto? Simple, porque Andrés Manuel López Obrador quitó las pensiones doradas de los exmandatarios, incluido él. Cómo no ponerse al brinco si, con datos de 2022, Salinas iba a recibir 42 millones 881 mil pesos. ¡Negociazo! Otro que se anduvo quejando de lo hecho por la 4T, a pesar de que fueron exhibidos actos de corrupción y abuso de poder, ¡ah!, y también el creador del “error de diciembre”, Ernesto Zedillo, habría recibido 44 millones 185 mil pesotes del erario. Por supuesto, no íbamos a olvidar a Felipe Calderón, a quien en cualquier parte del mundo le siguen recordando su guerra contra las drogas, iba a recibir 54 millones. Obvio, son datos anuales. Entonces, ¿de qué viven? Dudamos que sea de la caridad, o de lo que sus exfuncionarios y leales comparten. Simple, hicieron negocios al amparo del poder que les dejaron jugosas ganancias, si no ¿cómo mantienen el nivel de vida de pachá egipcio en la Madre Patria, con sus visas doradas? Por eso el video de Salinas de Gortari se hizo viral, porque al abrirlo, se derramaba una cantidad ingente de hiel, drama y harto cinismo. Que Yisus lo redima.
¿O no?
¿De qué se trata esto?
El multimillonario Elon Musk, si fuera mexicano, estaría acusado de tráfico de influencias, pues el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, eligió para dirigir la NASA a un cercano al dueño de Space X, Jared Isaacman. ¿A poco no? Pero como es la impoluta, ínclita, moralmente superior Unión Americana, el ejemplo que utiliza la derecha para golpear a gobiernos progresistas, no pasa nada, no es un problema. Ahora bien, ¿por qué sería tráfico de influencias? Simple, la NASA daría contratos exclusivos a Space X en su conquista del espacio, lo que, of course, beneficiaría a míster Musk. Y es que el director ejecutivo de la empresa de procesamiento de pagos Shift4 Payments ha volado al espacio dos veces en misiones organizadas por su programa Polaris. Tendría en sus manos un presupuesto de 25 mil millones de dólares, nada más. Sí, también es un posible conflicto de intereses. Así se las gastan en la conspicua nación de las barras y las estrellas.
¿O no?
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