El obispo de la Diócesis de Tamaulipas, Eugenio Lira Rugarcía, fue designado como responsable de la Dimensión Episcopal de la Pastoral de Movilidad Humana, dio a conocer la congregación en un comunicado.
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“Damos la bienvenida a Monseñor Eugenio con la firme convicción de que será un instrumento mediante el cual ‘Dios camina con su pueblo’, y que con su experiencia y conocimiento de la realidad de la migración en su diócesis y en el país, sabrá, guiado por el Espíritu Santo, acompañar esta dimensión y seguir fortaleciéndola”, dijo el obispo de Ciudad Juárez, Guadalupe Torres Campos.
En una carta dirigida a la comunidad de la Pastoral de Movilidad Humana, el prelado de la frontera indicó que deja el puesto al poblano, luego de un periodo de seis años al frente de la Dimensión Episcopal. Lira Rugarcía estará en este cargo por el trienio 2024-2027.
“Agradezco a Dios y a mis hermanos Obispos por haber confiado en mí esta responsabilidad que con gusto y dedicación asumí durante los últimos 6 años. Estos han sido años de continuo aprendizaje con ustedes y con el pueblo. Mi compromiso con la pastoral de movilidad humana no termina aquí, seguiré luchando y defendiendo los derechos de las personas que siguen en movilidad”.
Lira Rugarcía nació en la ciudad de Puebla el 24 de julio de 1965. Realizó sus estudios básicos en el Colegio Benavente, ingresó en la Congregación de los Oratorianos de San Felipe Neri y posteriormente cursó los estudios de filosofía y teología en el Seminario Palafoxiano de Puebla.
Recibió la ordenación sacerdotal el 22 de febrero de 1991 en la Iglesia de San Felipe Neri (La Concordia) en la ciudad de Puebla. El Papa Francisco lo nombra Obispo Titular de la Diócesis de Matamoros-Reynosa el 22 de septiembre de 2016; fue, además, creador de la Comisión Diocesana de Comunicación Social, cuando Rosendo Huesca era arzobispo.
La Dimensión Episcopal de la Pastoral de Movilidad Humana es un organismo de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) enfocado en la protección de personas migrantes, refugiadas, solicitantes de asilo, deportadas y desplazadas, así como de otras vertientes de movilidad humana; desde una perspectiva de Derechos Humanos y de la Doctrina Social de la Iglesia.
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