Un par de minutos antes de las 18:00 horas del lunes, el presidente Andrés Manuel López Obrador abandonó Palacio Nacional, el sitio en el que vivió durante su sexenio, para dirigirse a su casa en la alcaldía Tlalpan, Ciudad de México, donde a partir de hoy dormirá hasta que decida partir a su quinta en Tabasco.
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De esta forma, el mandatario cumplió lo que dijo a los reporteros por la mañana, cuando departía con ellos los tamales y el atole en uno de sus últimos eventos públicos con la investidura presidencial.
El 30 de septiembre, el último día del periodo de Andrés Manuel López Obrador como titular del Poder Ejecutivo de la Nación, empezó con su tradicional “Mañanera”, que en esta ocasión no tuvo preguntas.
Más de 200 integrantes de la prensa se reunieron en el Salón Tesorería de Palacio Nacional para escuchar un largo balance de lo hecho a lo largo de este sexenio.
Además, López Obrador también aprovechó para firmar las últimas dos reformas constitucionales que impulsó: la Ley de Pueblos Originarios y Afromexicanos, y la que otorga a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) el control de la Guardia Nacional (GN).
“Se garantizan los derechos a todas las comunidades, a todos los pueblos originarios, a la verdad más íntima de nuestro país. Y esta es una reforma también aprobada por el Congreso, la Cámara de Diputados, la Cámara de Senadores, 26 legislaturas locales, en el caso de estas dos reformas constitucionales”, dijo sobre la primera legislación.
“Le va a dar solidez, permanencia, disciplina y manejo honesto; sobre todo, el que no se vincule a la delincuencia organizada ni a la delincuencia de cuello blanco, que se mantenga siempre la frontera, la línea divisoria entre delincuencia y autoridad, porque cuando eso se pierde ya no hay garantía de nada”, argumentó para defender la incorporación de la GN a la Defensa.
En su última mañanera, López Obrador también rifó un reloj entre los periodistas, comunicadores y youtubers que más acudieron a sus conferencias matutinas.
También tuvo tiempo para escuchar “La Paloma”, canción que fue escrita para él y en la que participaron su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller, y la cantante Eugenia León. En ese momento se le escaparon las lágrimas al igual que a algunos de sus colaboradores, como la secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde Luján.
Después de departir un desayuno de tamales, cochinita pibil, atole y café con los reporteros de la fuente, el mandatario se dirigió a la Galería de los Presidentes, donde develó su cuadro.
Se trata de una pintura en la que se muestra en uno de los balcones de Palacio Nacional, con la Banda Presidencial, sonriente y con el bastón de mando – característico de los pueblos indígenas – en la mano izquierda. Al fondo se observa el zócalo, repleto de personas, en el atardecer del 15 de septiembre de 2024, según se observa en el reloj de la Torre Latinoamericana que aparece en la imagen.
Para finalizar su jornada en Palacio Nacional, Andrés Manuel López Obrador se reunió con otros jefes de Estado, invitados a la toma de protesta de Claudia Sheinbaum Pardo como presidenta de México.
Luiz Inácio Lula da Silva, de Brasil; Gabriel Boric, de Chile; Gustavo Petro, de Colombia, y Miguel Díaz-Canel, de Cuba, lo arroparon.
“Es un gran amigo, y los amigos nunca se pierden”, dijo en el encuentro Gabriel Boric, de acuerdo con una crónica del portal Animal Político.
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