Tremores. Ahora que el presidente dio cerrojazo a su sexenio, con la ceremonia del Grito de Independencia ante un pletórico Zócalo capitalino, vendrán las despedidas para que se enfile, en menos de dos semanas, el inicio de una administración que, de entrada, ya es histórica. Antes, hay que ver dos escenas que reflejan la narrativa del miedo que se desparrama en redes por los conservadores. La primera es la imagen que se difundió, de forma viral, de la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, en un acto oficial en el Heroico Colegio Militar, que fue interpretado como un “viso al comunismo”, “solamente visto en dictaduras como la norcoreana”. Es notorio el sesgo ideológico, porque esto sucedió en gobiernos anteriores, como los panistas. Generó miedo en que se instale la dictadura chavista en México. Miau. Otra escena más: La firma del decreto de la Reforma Judicial. Es tan duro el golpe que intentaron que se viera como un acto ilegal, debido a que existía un amparo (de chocolate) para evitar su publicación en el Diario Oficial de la Federación. Pero, como dice el propio documento, el recurso legal ya no es para cuestiones generales, sino para defender a la gente ante posibles abusos. Ah, y también se echa por la borda la supuesta afectación a los derechos de los trabajadores del Poder Judicial federal. Es decir, fue una vil mentira de la derecha para presionar, para frenar actividades laborales y crear división y violencia no vista en décadas. Ahora vayan a reclamarle a sus dirigentes de facto.
¿O no?
En Puebla hace aire
Algo que ha sido reconocido de la labor del gobernador Sergio Salomón, es su carácter conciliador y abierto al diálogo. Y eso fue comprobado por la ciudadanía que acudió el domingo 15 a la Ceremonia del Grito en el Zócalo angelopolitano, donde fue recibido con aplausos. Sí, llegó a unir a un estado que, a pesar de la pandemia, sus afectaciones y las luchas políticas, caminaba. Los empresarios encontraron apertura, la gente fue escuchada (los Martes Ciudadanos sirvieron para este fin), había resultados, obras… Esto se reflejó, con toda su dimensión, en las urnas. La poblanidad quiso que siguiera la Cuarta Transformación en el estado y, además, en muchos municipios donde gobernaban otras siglas partidistas. Eso, al fin y al cabo, es una lección para muchos políticos en la aldea.
¿O no?
“No hagan caso, son Tremores, son Tremores”
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