Tremores. Así como hay radicales en la derecha, los hay en la izquierda. Y no son pocos. También son escandalosos, gritones (o gritonas), irrespetuosos, extremistas y demás istas. Por eso, sugerimos desde este Bello Espacio de Sano Esparcimiento a que le bajen 70 rayas al tiger. De ambos lados. ¿De qué sirve pelearse? De nada. Dicen estar en contra de las tiranías, pero quieren imponer su ideología, miau. Paremos las narrativas que tanto daño han hecho. Como afirman los gurús espirituales: sin uno no existe el otro; sin Morena no habría PRIAN; sin El Guasón no habría Batman; sin el Ying no habría Yang; sin oscuridad no habría luz. Somos parte del todo. Así que, take it easy.
¿O no?
Maniqueísmo absoluto
Quienes han sido dueños de la propaganda que conviene a sus intereses, este miércoles sufrió un duro revés. Sí, ya toooooodos sabemos lo que es Televisa y lo que representa: poder absoluto. También sabemos que lo que transmite es basura, y aún así, se sigue consumiendo. El rating no baja. En algún momento, prendemos la tele, pantalla, Smart TV para ver un noticiero, una novela, una serie, un partido de fútbol o una pelea de boxeo. Por eso, el relajito de ese programa de telebasura llamado “La Casa de los Famosos”, no es más que un ardid para atraer público, que se hable de ellos, ellas, en las redes sociales. ¿Perdieron patrocinadores? Sin problema. Y sí, aún hay gente que todavía le gusta ser usada por unos pesos, y quien los ve, aunque dejen su dignidad y reputación en la pantalla. Todo es show.
¿O no?
Benditos atletas
Los mexicanos que están compitiendo en los Juegos Paralímpicos de París 2024 están dando de qué hablar para bien. Sin grillas, discretos, en dos días ganaron todas las medallas que la delegación obtuvo en los Olímpicos, unos días antes. Ver a estos paratletas, como se les dice, son un verdadero ejemplo de pundonor, disciplina, ganas de hacer las cosas y, sobre todo, hambre de triunfo; y que no hay limitaciones físicas para hacer algo, todo está en la mente, dirían los expertos en Mindfulness. Tenían que ser ellos, ellas, las que pusieran el lábaro patrio en alto y sonaran los acordes del Himno Nacional por primera vez en el verano olímpico. ¡Enhorabuena!
¿O no?
“No hagan caso, son Tremores, son Tremores”
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